Según cuenta la historia, los trabajadores de las antiguas haciendas de Ica fueron quienes dieron el nombre a este dulce, El personal encargado de su preparación provenía de la Sierra. Al darse cuenta que el dulce se parecía a las tejas de los techos de sus viviendas después de caer la nieve, le colocaron ese nombre y se llegó a popularizar.
Doña Evangelina Robles a mediados de los noventa, era la persona más antigua que elaboraba comercialmente las tejas en Ica. Las que en sus inicios se hacían de toronjas y naranjas confitadas rellenas de manjar blanco y con grageas de colores encima, eran de gran tamaño. Doña Evangelina decía que antes de la aparición de las tejas bañadas de fondant esa era la manera de consumirlas.
La elaboración de cítricos confitados es antigua, del siglo XVI, cuando aparece como una moda a nivel mundial. El azúcar, hace algún tiempo, era muy caro y solo se destinaba para medicina o para los suntuosos banquetes. Llega al Perú en tiempos virreinales. El manjar blanco, tal como lo conocemos actualmente, es una creación del siglo XIX. De modo que la combinación de fruta confitada con manjar blanco y el fondant es del siglo XIX.
Las chocotejas son una creación moderna. La tradicional teja iqueña nos presentó en el camino a la ya mencionada teja bañada en chocolate, la misma que ha copado el mercado nacional. Una blanca y otra morena, ambas con el mismo corazón relleno de sabor, de historia que habla de preparaciones caseras, que se iniciaron con nombres y marcas hasta ahora reconocidos. Tejas que le proporcionaron dulzura a las cáscaras de frutas cítricas, limones y toronjas, las elegidas.
Pronto los frutos secos, pecanas, higos y guindones, además de las pasas y el coco, también sucumbirían a enredarse en amores con el manjar blanco artesanal.
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Referencia bibliográfica:
https://www.peruenvideos.com/teja-dulce-tipico-famoso-ica/
https://historiagastronomia.blogia.com/2010/071702-las-tejas-de-ica.php
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